sábado, 15 de octubre de 2011

NOSOTRAS TAMBIEN QUEREMOS JUGAR

Cuando nos casamos , cuando estrenamos pareja, rebosamos belleza y luminosidad, alegría, ideas brillantes, ganas de compartir todo... con el paso de los años el brillo deja paso a la opacidad y a la diversión y la vida empieza a ser lo que se ve: una lucha. Luego vienen los hijos y los cuerpos prietos se vuelven flácidos y estirados, las ideas y la elocuencia desaparece con la realidad del día a día mas, preocupados por la subsistencia que por la propia elocuencia , a quien le importa ya¡¡¡ solo con conservar mi trabajo , que mis hijos están bien y poder tener unos minutitos... para ver la tele???? por ejemplo. Aquí es cuando el hombre que tenía un juguete nuevo con el que se divertía, lo va dejando apartado, ya no quiere jugar con él porque no es novedad, porque está ya usado y para jugar con él le da muchos problemas.... es entonces cuando empieza a mirar otros juguetes que son nuevos y por los que no tiene que preocuparse si quiere jugar, porque no le dan problemas … empieza a jugar con todos los juguetes que le dejan... Mientras tanto en ocasiones la mujer ajena a la situación, intenta solamente seguir viviendo, al hombre solo le preocupa que ya no puede jugar con el mismo juguete porque no le gusta, porque le aburre. A la mujer solo le preocupa cumplir como puede sus obligaciones , sus hijos, que son siempre nuestros, su casa que también es siempre nuestra y su trabajo cuyo fruto es de los dos,claro,para compartir gastos.... Problamente las mujeres llevemos una carga tan grande en la sociedad que no tengamos tiempo para jugar. Aunque no lo crean a nosotras también nos gustaría jugar como a ellos.

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